Milagros Abigail Jiménez, la niña de 12 años de Santiago del Estero tristemente célebre porque no la dejaban regresar a su casa tras tratarse en Tucumán, empeoró en las últimas horas y su estado es “muy delicado”. Su mamá pidió una cadena de oración por la niña, que ahora está en su casa.
El caso se hizo conocido el 19 de noviembre, cuando los policías del límite fronterizo no les permitían volver a su casa. Su padre, cansado de esperar, dejó su auto en la ruta y cargó en sus brazos a la nena para recorrer caminando los cinco kilómetros que los separaban de su casa. Finalmente una vehículo de la Policía los recogió y trasladó.
La mamá de Abigail había filmado la secuencia: el papá alzando a la niña, caminando sobre la ruta y cruzando el límite provincial. El caso tomó notoriedad nacional como un nuevo episodio de provincias con protocolos de control de límites fronterizos tan estrictos por la pandemia que perjudican a los ciudadanos. El ex presidente, Mauricio Macri, tomó el caso al publica en su cuenta de Twitter una ilustración realizada por un artista, retratando a Abigail en brazos.
Escándalo
Abigail padece cáncer desde los 7 años; es paciente oncológica. Esperaron más de dos horas en un retén policial del límite porque requerían de una habilitación del COE de Santiago del Estero. “Caminamos con mi hija en brazos hasta que apareció un auto con un funcionario municipal y nos llevó a casa. Luego llegaron cuatro patrulleros para decirnos que no podíamos salir por 15 días porque teníamos que hacer la cuarentena obligatoria, ¡están locos!”, había comentado Carmen, su mamá, a LA GACETA, enojada porque su hija se realizaba controles constantemente en el Hospital de Niños de Tucumán.
El ministro de Gobierno de Santiago del Estero, Marcelo Barbur, había desmentido al padre de la nena: “no quiso esperar la autorización del COE y se largó a cruzar caminando. Caminó 70 metros y se sentó en el banco de un kiosco”.
Horas más tarde, el gobernador, Gerardo Zamora, pidió disculpas públicas, se reunió con la familia y aclaró que modificaría los controles para evitar que se repita la situación.
Juana Viale, conductora del programa de su abuela, “Almorzando con Mirtha Legrand”, había anunciado que rechazaban la pauta que recibían del Gobierno de Santiago del Estero porque consideraban “inadmisible” el caso.
Traslado
Tras descompensarse en el hospital de Santiago del Estero, el Ministerio de Salud de esa provincia había informado que la niña sería trasladada al hospital Austral, en Buenos Aires. Fue estabilizada y estuvo tratándose allí por una semana.
El equipo médico que trataba a Abigail en el Hospital de Niños habían contado a LA GACETA que el traslado a Buenos Aires no era beneficioso para su caso. Estela Di Cola, del equipo de Oncología y Cuidados Paliativos, había explicado el cuadro de la niña: Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer de huesos que afecta a niños. “En lo personal, es lo peor que se le pudo haber hecho trasladarla al Austral. No por el sanatorio en sí, que es excelente. Sino porque Abigail necesita de la contención de su familia, el proceso de control de los síntomas, para mejorar su calidad de vida. No necesita estar alejada de su familia. Ella no quería internarse y nosotros tratábamos de darle eso. No quería inyecciones”, comentó Di Cola, y agregó que fue ella quien informó de manera informal al equipo del Austral sobre el caso, porque nunca le solicitaron la historia clínica previo al traslado.
Empeoramiento
La situación clínica de la niña fue empeorando con el transcurso de las semanas.
“Sólo queda rezar y pedir que Abi no sufra”, dijo ayer Carmen a distintos medios. “La situación es crítica, delicada y los médicos nos dijeron que nos preparemos para lo peor, lamentablemente”, había contado en una entrevista en Radio Mitre. Comentó que fue el deseo de la nena volver a casa. La habían internado la semana pasada en el Centro Provincial de Salud Infantil Eva Perón de Santiago del Estero, pero Abigail había pedido “estar en su cama”.
Aunque la niña había recibido hace seis años un transplante de fémur, el tumor reapareció.